Reflexiónes acerca de la globalización
Bajo una perspectiva sociológica podemos definir globalización como un proceso histórico de interrelaciòn e interdependencia creciente de todas las sociedades en un único sistema mundial de relaciones económicas, políticas y culturales.El término globalización tiene múltiples acepciones si bien en el ámbito económico muestra su dimensión más extensa. El concepto de economía global actual se refiere a un estadio de desarrollo del sistema productivo en el que los medios de producción y sus relaciones desbordan los límites nacionales de la mano de las grandes corporaciones multinacionales, que no están sometidas a ningún control – aranceles etc – por parte de los estados y los organismos internacionales. Por lo tanto, la globalización vista desde la cumbre del sistema neoliberal, es decir, desde el punto de vista de la oligarquia dominante, es la libertad de cada empresa para invertir, producir, comprar, vender donde cuando y como quiera, soportando al mismo tiempo las menores restricciones posibles en cuanto a la legislación social. La formación de éste sistema de capitalismo corporativo se ha desarrollado a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y tiene como origen los Estados Unidos; estamos viviendo una recolonización económica en la cual, las empresas transnacionales marcan las reglas del juego, dado su poder sobre los productos, los mercados, los medios de producción, y la capacidad para aplastar brutalmente cualquier voz de discordia.
En el nuevo orden mundial del siglo XXI, los Estados han perdido poder, en el sentido más amplio del término y las empresas lo han aumentado hasta niveles más que alarmantes. Estas corporaciones, responden, obviamente, a intereses privados o mejor dicho exclusivamente privados actúando en diversas sociedades sin contribuir al beneficio de las mismas. En la “Aldea Global” las empresas pueden deslocalizar fábricas a su antojo hacia mercados en desarrollo, donde encuentran las posibilidades para aprovechar al máximo la rentabilidad y productividad en sus actividades. Estas fabricas diseminadas por todo el mundo subdesarrollado y en especial en los tigres asiáticos como Corea del Sur, Tailandia, China son inmundos barracones con mano de trabajo esclava. Las grandes marcas como Nike, Adidas, Jeans, Disney y un largo etcétera son culpables directos de obligar a trabajar a sus empleados en condiciones inhumanas propias de otras épocas de liberalismo desbocado; esta es la gran verdad, o la gran mentira, de las marcas que se autoproclaman deportivas, “cool”, que tienen un doble rasero, que invita cuanto menos a su absoluta descalificación moral. Esta estrategia comercial no se limita al sector textil, sino que se está produciendo en toda la gama de productos que demanda occidente y elaboran las multinacionales.
Es importante tomar conciencia de lo que implica colaborar con éste tipo de sociedades criminalmente lucrativas, es importante saber que se es cómplice de la explotación de miles de mujeres y hombres que perciben menos de 15 céntimos de euro/hora por fabricar zapatillas o pantalones que se venden en Europa a precios exorbitantes que a veces superan el centenar de euros. Estas personas trabajan 7 días a la semana en turnos de hasta 12 horas. La rentabilidad se triplica y éste beneficio que se acumula en manos de unos pocos, o se vuelve a invertir en intereses de la misma bajeza ética. Es la realidad, está pasando ahora, mientras lees el artículo, cientos de miles de consumidores contribuyen a la explotación del hombre por el hombre y lo más irónico es que ni siquiera son conscientes de ello.
A modo de conclusión e invitando a la reflexión: Actualmente se producen excedentes suficientes de comida como para alimentar dos veces a toda la población mundial, sin embargo miles de seres humanos mueren diariamente a causa de la inanición. AHI ALGO AQUÍ QUE VA MAL...
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